Muchas veces uno se plantea cuestiones sobre la durabilidad de las cosas. Tendemos a llevar a cabo apreciaciones temporales contradictorias, contando los segundos como si fuesen balas, y dejando para otras ocasiones los días como medida temporal básica.
En todo este juego de agujas toma partido la cuestión material. Tengo la tendencia destructiva de reventar aparatos. Lo cierto es que puedo resultar un manazas pero me pone de mala sangre la tendencia empresarial para hacer aparatos condenados a la rotura. Pero parece que esta mantenida situación se ha apoderado de todos los ámbitos.
Atónito uno descubre que un tal 'MTV Beach Festival' acaba a palos. Todo por no poder entrar en un macrofestival de música de dudosa calidad. La 'playa de Madrid' no resistió la graduación enfurecida de sus seguidores. A esto debemos añadirle un triunfo personal para el encargado de poner nombre a las operaciones policiales: Operación Pokemon. Por último recalcar el hecho de que la gente que pide pan también pide circo, para caso la última edición del San Froilán lucense, donde se pide un Julio Iglesias.
El otro día nos centrábamos en la actualidad política, lo hacíamos a través de los comicios más importantes que nos esperan. Pero hojeando los titulares más menudos, pude comprobar que había unas curiosas elecciones, que pese a pasar desapercibidas para muchos, culturalmente son harto interesantes.
Todo parecía una fiesta democrática. Los liberales habían perdido el poder que retornaba a la opción soberanista. Pero hubo individuos que no se lo tomaron con esta filosofía. Durante el discurso de la candidata del Parti Québecois (PQ), Pauline Marois, un hombre que rondaba los cincuenta años, irrumpió en la fiesta independentista y abrió fuego matando a una persona y dejando herida a ora. Antes de llevar a cabo esta acción, se encontraba fuera del recinto prendiendo fuego al edificio donde se desarrollaba el mitin.
Pese a lo trágico del acontecimiento, lo cierto es que el Québec es un territorio de eterno confrontamiento. Después de más de cuatro siglos de historia continúa siendo un territorio disputado en términos de soberanía linguística y nacional. Puede presumir de ser el último territorio francófono de norteamerica, fundado en el 1608 por Samuel de Champlain. Bajo dominio británico, conseguido después del fin de la soberanía francesa, el Parlamento Británico redacta la Quebec Act, donde se reconoce la oficialidad de la lengua francesa. Esto sucede en 1774, mientras los rebeldes estadounidenses amenazaban el poder de la corona en territorio 'yankee'.
Durante siglos, se vuelve un territorio de importancia capital para el desenvolvimiento de lo que será la futura Canadá, estado que no toma diferencias propias hasta 1982 cuando Gran Bretaña le concede un estatuto autónomo total. Este año se ve reconocido como la independencia del arce en toda regla. Pero antes de esta fecha ya existía un portentoso nacionalismo 'quebecoise'. En los 60, trabajadores e intelectuales se reunieron bajo en signo del Partido Quebecois, liderado por René Lévesque. Este reunía no solo a personas de los estratos comentados, también acogía en su seno a ex-militantes de Partido Liberal. Entre ambas formaciones se disputan el gobierno de la región hasta nuestros días. Una región que no puede constituirse como nación al no alcanzar la opción independentista el porcentaje requerido. En una ambigua consulta anterior, tan solo un punto porcentual separó a los soberanistas de su sueño político. Hablamos de los 60 como un período mezcla de convulsión y paz. Se conoce a esta década como la época de la 'revolución tranquila', cuando el gobierno conservador de Maurice Duplessis y su 'Unión Nacional' acaban por caer. El año 63 marca un antes y un después en la historia del territorio francófono. Aparece el Frente de Liberación de Quebec, un grupo armado que deja más de doscientas bombas colocadas. Dueño de una cronología bastante intensa, que le lleva a la desaparición en el año 1971. El gobierno situado en Ottawa no duda en poner en estado de sitio a este mediano territori provinciano. Las crisis entre el centralismo y el provincialismo se hacen más agudas.
Finalmente, las aspiraciones del 'Quebec' moderno encuentran espacio con el triunfo de la opción quebequista en las elecciones provinciales de 1976. En este año se plantean a través de un modelo socialdemócrata unha ley lingüística que reconocía los derechos de los francófonos, además se prometía la convocatoria de un referéndum en favor de la independencia. Este llega en el 1980, suponiendo un punto de inflexión en la historia territorial de Quebec. El 'OUI' obtiene tan solo el 40% de los votos y esto es aprovechado hábilmente por el Premier canadiense Trudeau, incluyen en la Constitución las aspiraciones quebequesas más moderadas, contentando a parte de los seguidores soberanistas y controlando a las masas patriotas canadienses. Pero las consideraciones inglesas en el proceso, no olvidemos que los límites de la patria norteña estaban en manos de la corona; hicieron que las contiendas reformistas anteriores asumidas por el Partido Quebecois quedarán en saco roto. Logicamente, dos independencias encadenadas supondrían un proceso de una dimensión nunca vista. El Quebec renuncia a esta trama federalista y aún hoy todo el quebequismo, incluso el moderado se niega a subscribir una carta que admiten como suicidio político.
Dicho esto cabe sacar la cabeza en el proceso acontecido en este territorio tan peculiar. De siempre muchos canadienses han definido a su orgullo nacional como descastado debido a la inconsistencia fronteriza del territorio. Está claro que abajo está el amigo estadounidense marca bien sus límites pero arriba el país no acaba en ningún punto. Esta postura física afirma al canadiense medio como un relevante candidato a la indecisión. A esto hay que añadir que pese a formar parte del llamado primer mundo, es un país que ha llevado colgando la etiqueta de colonia durante mucho más tiempo que cualquier otro socioeconómicamente similar. Dentro de esta disyuntiva entre el Estado nación moderno y otras formas de aspiración, viene siempre a la tribuna mediática el opio de violencia y la desazón. Siempre nos preguntamos, habiendo vivido movimientos políticos tan duros de cerca, como se deben articular las maneras de procesos históricos tan relevantes como los de independencia.
En términos de bienestar las naciones modernas, que otrora habían deslumbrado al mundo con su crecimiento, están en absoluta crisis económica y de valores. Se han vuelto a replantear los valores de la unidad y sobre todo la redistribución de los modelos de gestión. El ejemplo 'quebecoise' es una manera muy peculiar de entender estos movimientos tan convulsos. Seguramente no exista un 3er 'referendum', ya que los modos de manifestación política anteriores están muertos, ahora hemos de saber como avanzan ciertos territorios unidos o desunidos en la carrera por la supervivencia. Además no olvidemos que Estados Unidos, absorbe el 80% de las exportacions de Quebec, y a este no le gustan las aventuras soberanistas.
Desde este espacio nos gusta fomentar la historia y la reflexión y nos permitimos el lujo de dejar caer notas para su observación. No olvidemos que Quebec fue primero colonia francesa y que cuando los británicos llegaron allá en 1760 existía una sociedad sólidamente arraigada alrededor del idioma y la religión católica. Los quebequeses han sido un pueblo rebelde, en lo tranquilo y el lo divino, y muestra de ello fue la negativa de sus jóvenes a combatir en el frente durante la 2ª Guerra Mundial bajo la bandera de las tropas británicas.
Todo esto quiere afirmar que la complejidad política es un rasgo histórico que debemos respetar, caer en el maniqueísmo de las formas actuales de lo objetivo-subjetivo, solo genera miedo y rencor. Superando con la convivencia estas diferencias podremos saber qué pasaría realmente si la soberanía estuviese ejercida en términos de igualdad.
Yo quería hacer una crónica amable, sincera y animada de lo que este año estoy viendo en el transcurso de 'La Vuelta'. Yo quería pero no me han dejado. Esta excusa pueril parte del estupor de escuchar a uno de los jugadores con más calidad futbolística del mundo. Hemos de saber diferenciar entre la calidad humana y profesional de los deportistas, es el único modo de acercarse a mentes en apariencia tan simples y en el fondo tan complejas.
Cristiano Ronaldo dice:
Esta afirmación solo parece respetable desde el punto de vista sintáctico. Los que bebemos del jugo mediático agradecemos declaraciones que comprometan un poco más de lo correcto. Pero este caso me supera. El portugués sigue siendo un ser que destaca en egolatría mal vendida. Sus esfuerzos por hacerse marca suelen ir acompañados de declaraciones comatosas. Ni siquiera entiendo el tinte preocupado de estas palabras, hasta en lo provocador ha perdido. Todos nos hemos acostumbrado a futbolistas estrella, con sus collares brillantes y sus pelos de colores. Pero casi nada nos hace gracia de personajes empeñados en un misterio desidioso. Uno debe destacar por méritos, estos no tienen porque ser trascendentes, pero se procura de los cracks que sepan estar a la altura de los acontecimientos.
Se dice que su amigo Marcelo insinua que Messi es el mejor jugador del mundo, se comenta que el premio recibido por Iniesta no le ha hecho mucha gracia. Puedo entender un fruncido de ceño, un reverso de labios... lo que no cabe en este estado de bienestar roto es que alguien dispare dardos envenenados como este. Los que amamos a este mundo futbolístico estamos bastante disgustados con estas comparaciones.
Creo que se nos han acabado las ideas Cristiano, creo que te vendría bien un cambio de aires. Lucirse en Qatar puede ser un ocio interesante pero como los que gustamos del fútbol queremos espectáculo te daremos otra oportunidad. Esperamos al Ronaldo que se deshace en gestos y no al que se cubre en las esquinas del campo.
Ha sido un gran bajón estas palabras ácidas. Después de disfrutar de unas etapas maravillosas en suelo galaico, 'La Vuelta' me parece un acontecimiento de gladiadores. Hastiado de jornadas bipartitas uno puede ver a auténticos guerreros que se apoyan solo en la fuerza de su sillín. Los colores y las caras son imperceptibles a su paso. Para muestra esta instantánea tomada por el escritor de esta nota:
Ciertamente ha surgido un nuevo romance con el deporte de las dos ruedas sin motor. Hacía tiempo que no me ponía delante del televisor a seguir ninguna etapa, pero ha sido llegar a casa y echarme a la carretera. Atrás me quedaban los nombres de Zülle, Olano, Jalabert, Pantani, Botero... y ahora miraba al pelotón con cara de perro, ya que odio el desconocimiento, y más cuando se trata de un oficio deportivo tan intenso. Pocos días me ha durado la ignorancia. Todo ha sido fácil, aún hablando en un contexto negativo. No olvidemos que el ciclismo recibía con severidad la enésima noticia de dopaje, y esta de las grandes, aquella relacionada con la cesión de poderes de Lance Armstrong, desposeído de sus siete 'Tours'. Pero no hay nada más elegante que una rectificación certera. Lo que la UCI nos puede quitar pronto nos lo devuelven los descendientes, aquellos que mantienen vivo una práctica que debemos considerar como una de las más duras de nuestro tiempo.
Ver a los Purito, Valverde o Contador tirando millas hacia la cumbre del Ézaro, campando a sus anchas por los Áncares o deslizándose por las rampas costeras de esta tierra verde; son espectáculos que uno no debe perderse. Para quien intenta tachar a este deporte de aburrido, le recomiendo que observe las estrategias de equipo, el nivel de integración de estas formaciones, los cortes que se producen en carrera, los ataques, las fugas, los movimientos de equipo, las desgraciadas caídas, las metas volantes, las subidas, los descensos, las inesperadas pájaras, los maillots de la regularidad, los descolgados, las salidas lanzadas... Familiarizarse con todos estos términos es una forma casual de caer en las redes del ciclismo. Solo con la realización uno puede deleitarse tal que si se tratase de un espectáculo documental, solo observando los rostros de esfuerzo de estos campeones uno llega a saber lo que es la superación.
Ya ha llovido de los tiempos del Banesto y la Once, pero el espíritu de los grandes tiene futuro en las bicis. Este pequeño decálogo te dejará ver que se escurre tras el velo de las banderas publicitarias de este espectáculo deportivo.
Aún recalcando lo odioso de las comparaciones, compartiremos una reflexión sobre Cristianos y Castroviejos.
Descansen y sean felices, hoy comienza uno de los mayores repechos de nuestra economía, se llama IVA y viene dispuesto a amenazar el consumo, veremos si nuestras carteras afilan los dientes o se quedan con hambre.